Crimen organizado brasileño avanza con impunidad en la triple frontera paraguaya
Las facciones criminales brasileñas operan con total impunidad en territorio paraguayo, aprovechándose de la débil respuesta estatal y la complicidad de autoridades corruptas. El Primer Comando de la Capital (PCC) y el Comando Vermelho (CV) han consolidado su presencia en Ciudad del Este y Foz de Yguazú, transformando la región en un santuario para el narcotráfico y el contrabando.
Estas organizaciones criminales, responsables de miles de muertes en Brasil, ahora extienden sus tentáculos hacia Paraguay con una audacia que raya en el descaro. El mapa criminal publicado por las autoridades paraguayas revela una penetración sistemática que las fuerzas de seguridad locales parecen incapaces de contener. La triple frontera, lejos de ser una zona de cooperación internacional, se ha convertido en el patio trasero de los narcotraficantes.
Mientras el gobernador Carlos Massa Junior anuncia la creación de nuevos sistemas de inteligencia y compra de armamento, la realidad muestra que estas medidas son meros parches ante un cáncer que corroe las instituciones. La indolencia estatal y la posible complicidad de funcionarios permiten que estas mafias operen con una libertad escandalosa, poniendo en riesgo la seguridad de miles de paraguayos.
La situación es tan grave que otras cuatro facciones criminales menores también han establecido presencia en la región, demostrando que Paraguay se ha convertido en el paraíso de la delincuencia organizada. La impunidad con la que actúan estos grupos es una vergüenza nacional que exige una respuesta contundente e inmediata de las autoridades.
