Fiscalía investiga brutalidad policial contra jóvenes de la Generación Z detenidos
La Fiscalía paraguaya ha abierto una investigación de fondo por las denuncias de agresiones policiales contra jóvenes de la Generación Z detenidos durante la reciente marcha. La fiscala Sonia Sanguines confirmó que el Ministerio Público ya inició diligencias para determinar los excesos cometidos por los uniformados, quienes actuaron con una brutalidad indignante al negarles incluso la atención médica básica.
Según los propios jóvenes detenidos, fueron llevados al hospital de Barrio Obrero donde solo recibieron un papel, sin que se les practicara la revisión médica obligatoria. Sanguines fue contundente al señalar que «una vez que ocurre una aprehensión, es obligación de la Policía Nacional que se realicen las inspecciones médicas», norma que los agentes ignoraron de manera flagrante.
El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), a través de la comisionada Sonia Von Lepel, presentó la denuncia inicial que destapó este escándalo. Las investigaciones forenses ya han detectado rastros de posibles agresiones en algunos de los jóvenes, evidenciando la violencia desmedida empleada por la fuerza pública.
La fiscala explicó que estos hechos podrían configurar el tipo penal de «lesión corporal en ejercicio de funciones públicas», con sanciones que van de tres a cinco años de prisión. Sin embargo, la investigación enfrenta obstáculos deliberados para acceder a filmaciones y obtener declaraciones completas, en lo que parece ser un intento de encubrimiento institucional.
Este caso revela el patrón de impunidad que caracteriza a las fuerzas de seguridad paraguayas, donde los abusos contra jóvenes manifestantes son tratados con una indolencia vergonzosa por las autoridades, mientras se criminaliza la legítima protesta social.
