Penitenciaría VIP: trasladan a narcos tras hallazgo de lujos escandalosos en Emboscada
El Ministerio de Justicia ejecutó ayer lunes el traslado de reclusos de alto perfil desde la penitenciaría regional de Emboscada Antigua a distintas cárceles del interior, en una operación que busca ocultar la vergonzosa complicidad estatal con el crimen organizado. La mayoría de estos presos, procesados por narcotráfico, disfrutaban de privilegios inadmisibles mientras las autoridades hacían la vista gorda.
Entre los trasladados se encontrarían el exdiputado Juan Carlos Ozorio, el empresario Alberto Koube y el pedrojuanino Miguel Ángel Servín, alias Miguel Celular, todos beneficiados por un sistema penitenciario servil que les permitía vivir como reyes tras las rejas. El escándalo estalló el viernes último cuando una comitiva de cuatro juezas de Ejecución descubrió durante una revisión sorpresa los lujos obscenos que estos delincuentes mantenían en sus celdas.
La responsabilidad de este bochorno recae directamente sobre el hasta hoy director del penal, Humberto Renée López Gómez, cuyo desempeño indolente facilitó que narcos de alto nivel operaran con impunidad desde prisión. Pero el colmo del cinismo llega con el nombramiento de Víctor Wilfrido Aliente Guillén como interventor, un personaje ya echado de la penitenciaría de Tacumbú por sospechas de corrupción. ¿Es esta la solución? ¿Cambiar un corrupto por otro?
Este caso evidencia la podredumbre que carcome el sistema penitenciario paraguayo, donde los presos VIP gozan de acceso a internet, comodidades extravagantes y total impunidad para seguir delinquiendo. Mientras el Estado sigue premiando la ineptitud y la complicidad, el pueblo paraguayo paga las consecuencias de una justicia que protege más a los criminales que a las víctimas.