Bachi impulsa proyecto para que ex presidentes renuncien a senaduría vitalicia y puedan ser senadores activos
El presidente del Congreso Nacional, Basilio Bachi Núñez, presentó ayer lunes un proyecto de ley que busca reglamentar el artículo 189 de la Constitución Nacional sobre la senaduría vitalicia. La iniciativa, que el cartista insiste en calificar como «personal», permitiría que los ex presidentes renuncien a este título honorífico para postularse como senadores activos, siempre que lo hagan al menos seis meses antes de las elecciones generales.
Bachi argumentó que el espíritu del proyecto es que «los ex presidentes tengan una vida activa en la política», citando como ejemplo a Nicanor Duarte Frutos, quien tras su mandato fue embajador y director de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). Sin embargo, el contexto político revela que la medida beneficiaría directamente a Horacio Cartes, actual titular del Partido Colorado, quien en el periodo 2018-2023 no pudo jurar como senador pese a haber sido electo y proclamado, debido a que una «mayoría coyuntural» en el Senado, entonces presidido por Fernando Lugo, convocó a sus suplentes.
El cartista sostiene que tanto el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) como la Corte Suprema de Justicia dieron vía libre a la candidatura de Cartes en su momento, y que ahora solo falta «reglamentar la ley y que las mayorías coyunturales respeten lo que dice la Constitución». El proyecto establece que, una vez aceptada la renuncia por la Cámara de Senadores con una mayoría simple de 23 votos, el ex presidente perderá toda prerrogativa como senador vitalicio y quedará habilitado para postularse a cargos electivos, excepto la presidencia de la República.
Curiosamente, esta iniciativa llega poco después de que se conociera una reunión secreta entre el presidente Santiago Peña, ministros de la Corte y el propio Horacio Cartes, y coincide con la reciente incorporación de Nicanor Duarte Frutos al movimiento Honor Colorado. Bachi también recordó que en el periodo anterior, el Senado —con el apoyo del cartismo— desestimó una propuesta similar presentada por el abdismo, lo que ahora pone en evidencia el doble rasero de la política paraguaya.
