“Beto” Amarilla coquetea con el poder, mientras sigue estafando
En una fiesta organizada por la diputada Liz Acosta, el presunto megaestafador Alberto “Beto” Amarilla “obligó” a la parlamentaria a conseguirle “un segundo” para posar al lado de su colega Rocío Abed. La foto es forzada, y el presunto embaucador lo disfruta.
El hombre está acostumbrado a “piratear” fotos con políticos y después las usa para presumir supuestos contactos y engañar a incautos.
Es lo que habría pasado con el empresario brasileño Julio César Philippi, a quien despojó de un lujoso BMW y una millonada de dinero a cambio de gestionarle la venta de agroquímicos al Estado paraguayo por montos siderales, negocio que nunca prosperó. Incluso llegó a vincular al entonces ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, en el fraude.
El caso llegó a la Fiscalía, pero la carpeta “duerme el sueño de los justos” en la unidad del fiscal Adolfo Santander.