Incesante escalada delincuencial golpea al Alto Paraná ante la inacción policial

En uno de los casos, dos marginales a cara descubierta, arma de fuego en mano y a plena luz del día, se llevaron la cartera del corredor de cambios Carlos Alberto Portillo en inmediaciones de la rotonda Oasis, con una buena cantidad de dinero en su interior.

Horas más tarde, en un violento hecho en el barrio Santa Ana, otro cambista, Amado David Fernández, fue baleado en el rostro cuando aceleró su vehículo Toyota Premio para escapar de sus atacantes, que se desplazaban a bordo de una camioneta. Fernández pudo evitar que le robaran su dinero —unos G. 404 millones en diferentes monedas—, arriesgando su vida.

Mientras tanto, en el km 8 Acaray, asaltaron una bodega y robaron objetos de un automóvil en el predio del convento Capuchino, mientras la sensación de inseguridad crece día a día.

La Policía falla en la prevención y también en la represión. Las tareas investigativas no aportan nada y la ciudadanía está indefensa.